Receta de Mousse de Chocolate Blanco
La mousse de chocolate blanco es un postre elegante y suave que encanta con su textura aireada y su sabor dulce y cremoso. Ideal para culminar una cena especial o para disfrutar como un capricho en cualquier momento, esta receta te guiará paso a paso para crear un mousse inolvidable.
Ingredientes
Para la mousse:
- 200g de chocolate blanco de buena calidad
- 300ml de crema de leche (nata para montar)
- 3 claras de huevo
- 30g de azúcar
Para decorar (opcional):
- Virutas de chocolate blanco o negro
- Frutas frescas (fresas, frambuesas, moras)
- Hojas de menta
Preparación
Paso 1: Derretir el chocolate
Coloca el chocolate blanco en un bol resistente al calor. Derrítelo al baño María, asegurándote de que el agua no toque el bol. Revuelve constantemente hasta que esté completamente derretido y suave. Retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente.
Paso 2: Montar la nata
En un bol grande, bate la crema de leche hasta que forme picos suaves. Es importante no sobrebatir para evitar que se convierta en mantequilla. Reserva.
Paso 3: Batir las claras de huevo
En otro bol, bate las claras de huevo a punto de nieve. A mitad del proceso, añade gradualmente el azúcar y sigue batiendo hasta que se formen picos firmes y brillantes.
Paso 4: Mezclar con el chocolate
Toma un poco de la crema montada e incorpórala al chocolate blanco derretido para igualar las temperaturas. Mezcla suavemente con movimientos envolventes. Luego, agrega el resto de la crema montada y sigue mezclando delicadamente para mantener la textura aireada.
Paso 5: Incorporar las claras a la mezcla
Añade las claras batidas a la mezcla de chocolate y crema. Hazlo gradualmente y con movimientos envolventes para evitar que se bajen. La mezcla debe quedar homogénea y aireada.
Paso 6: Refrigerar
Vierte la mousse en copas individuales o en un recipiente grande. Cubre con plástico de cocina y refrigera por al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche. Esto permitirá que la mousse se asiente y adquiera la textura perfecta.
Paso 7: Decorar y servir
Antes de servir, decora cada porción con virutas de chocolate, frutas frescas y una hoja de menta. Esto no solo añade color y textura, sino también contrastes de sabor que realzan el dulce sabor del chocolate blanco.
¡Y ya está! Tu mousse de chocolate blanco está listo para ser disfrutado. Este postre, no solo es un deleite para el paladar, sino también un espectáculo para la vista, prometiendo ser el broche de oro para cualquier ocasión especial.
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