Nuestro cerebro parece ser solo una pequeña parte de nuestro cuerpo, lo cual es cierto ya que pesa solo el 2% de nuestro peso total.

Sin embargo, este órgano vital consume 1/5 de nuestra ingesta de calorías. Entonces, para darle el combustible óptimo para que funcione de la mejor manera, debe alimentarse bien.

Vitaminas B, C, K, E, B12, A, hierro, zinc, selenio, fosfato, ácidos grasos (los famosos omega 3 y 6 que están regresando), polifenoles … La lista de nutrientes ultra necesarios para que todo vaya suavemente en nuestro cabujón es largo. ¡No elimine la grasa, no se prive de los carbohidratos, no se salte los mariscos y elija verduras y semillas oleaginosas! Sin olvidar las frutas y el té verde.